
¡¡Ya estamos de regreso!! Isa aterrizó el 28 de diciembre, y hasta el 8 de madrugada tuvimos ocasión de disfrutar y conocer todo lo bueno que tiene este país y de padecer un tiempo anormalmente gélido (ver link de actualidad en Irán, noticia de la ola de frío) y los contratiempos derivados cuando eso ocurre en un país tan cuajón (q diría Isa) como Irán.

Los primeros 3 días los empleamos en conocer lo más relevante y visitable de Tehran. Q no es mucho, pero sin embargo es más de lo que conocía yo hasta el momento. Así, fuimos a varios palacios de distintas dinastías del Sha, a algún museo histórico, paseamos por las calles centrales de Irán, visitamos el cementerio de los mártires de la guerra “impuesta” Irán-Irak (foto) y el mausoleo de Jomeini, entramos al impresionante museo de las joyas de la (ex)corona iraní y recorrimos de cabo a rabo el gran bazar guiados por un amigo vendedor de alfombras al que posteriormente adquirimos un par de ellas.
YAZD

De ahí nos desplazamos en avión a YAZD, sito en mitad de los 2 grandes desiertos iraníes, el de arena y el de sal (en el mapa lo veréis en el centro mismo del país). Bueno llegados a ese punto he de confesar q casi meto la pata hasta el fondo al perder el vuelo reservado por mi culpa (error estúpido de cálculo por poner la alarma en el mvl con hora española y por no revisar la hora de salida). No había vuelos hasta el 4 de enero, por lo que tuvimos que recurrir a la “waiting list” del siguiente vuelo y 15 minutos antes de su salida acoplarnos al mismo... Pero el caso es que partimos a media mañana del día 31 de diciembre para allá.

Desde un primer momento Yazd nos encantó. El hotel en el que nos alojamos era un antiguo caravanserai reformado de la época de la ruta de la seda, que por allí transcurría 2000 años atrás. Tiene mucho encanto, es frecuentado por clientela joven (perroflautas incluidos) y está muy céntrico. Rápidamente emprendimos la visita por las callejuelas de esta antigua ciudad, principal reducto de los seguidores de la religión zoroastriana (Zaratustra para los amigos) y nos gustó especialmente el ambiente de la misma. Es una ciudad

conocida por sus "torres de viento" (foto) para ventilar las casas y por sus quanats (canales y depósitos subterráneos- 30metros- de agua), además de otras mezquitas muy antiguas con minaretes muy altos y tal; pero lo que nos cautivó fueron sus callejuelas de la parte antigua. Realmente te sentías parte de un Belén, g, g. Los edificios eran en su mayoría de una planta (max 2) y todos de ladrillo recubiertos con adobe y

con numerosos arcos del mismo material que cubrían sus estrechas calles. Una ciudad muy auténtica con mucho comercio tradicional, su clásico bazar y en la que se mueven los viejos con bastón y los jóvenes en moto. Se apreciaba más pobreza que en Tehran, eso sí. Los precios también eran muy inferiores. Pero todo muy cuco y con mucho encanto. Y la gente, encantadora. Conocimos a muchos que se acercaron curiosos. No en plan Marruecos o La Habana yendo a la pela, sino gente muy curiosa que está ávida de tener contacto con extranjeros.

¿Y q día era esa noche?... sí, Nochevieja! Por lo que nos acoplamos a una celebración de un grupo holandés (unos 20) que tenía lugar en el patio de nuestro hotel. Nos dijeron holandeses, jóvenes, nochevieja...y nos imaginamos algo divertido, jolgorio o cuanto menos ambiente festivo, no?...Pues no sabíamos lo q nos aguardaba, q tipos más raros!! Montaron una especie de club de la comedia en el que interpretamos que relataban distintas anécdotas del grupo (todo en holandés...). De lo más tostón, surrealista y soso. Si a eso le sumas los 0º de temperatura y la ausencia de alcohol...en fin, aguantamos hasta las 23:55 (Sí, se adelantaron inexplicablemente los muy becerros) para cantar la cuenta atrás bengala en mano y les dejamos cantando no sabemos si el himno holandés o algo similar todo muy ceremonial.


Al día siguiente nos apuntamos a una excursión a distintos pueblos de la zona venidos a menos pero con interesante pasado y pintorescos: Asr Abad, ciudad fantasma hoy día; Chakchak, ciudad de peregrinación para la comunidad zoroastriana; y Kharanak, ciudad de pasado esplendoroso hoy en restauración. A la vuelta dimos otro paseo al atardecer por un par de sitios de Yazd señalados en la guía. Regresamos pronto porque al día siguiente salíamos a Isfahan echando pipas temprano, ya que el caos en la ciudad era total porque resulta que el líder supremo todopoderoso, llámese Jamenei, visitaba por primera vez la población la mañana del día 2.
Obviamente, la ciudad estaba tomada por todo tipo de policía y por distintos grupos de fanáticos llegados de pueblos cercanos y que se apresuraban en que se les viese para postular al mejor chií del año.
Buff, llevo ya mucho. Mañana continúo con Isfahan, Shiraz y el regreso al nevado Tehran...
1 comentario:
Gracias por esas reseñas y las fotos. Espero poder hacer el mismo viaje en febrero y que Kami me consiga reservas para el caravanserai de Yazd y el Dibai House de Isfahan.
Joda fez
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