Se acerca el verano, se acumulan los meses, los días son más largos y se vislumbra en el horizonte la vuelta a casa, que no quiero que me pille con un debe en mi cuenta de destino; así que hay que moverse!
La semana pasada llegó un nuevo valiente al Imam Khomeini que lidiará en Kerubín con la II fase del IVEX, lo que azuzó mi atonía a la vuelta de Bakú. Así, el miércoles repetí mi apuesta por un partidillo de fútbol junto a otros expatriados e iraníes en un recinto al aire libre. Rodeados de árboles. En pantalón corto! Eso en Teherán sabe a gloria. Lógicamente, el recinto está cerrado y pertenece a alguna residencia de no se qué embajada; pero ahí nos juntamos 10-12 con ganas de echar una pachanga divertida y de sudar un poco. Hacía además mucho tiempo que no jugaba al fútbol. Buff! Ya dirán lo que quieran sus muchos críticos, pero qué deporte tan sencillo, divertido, internacional y multigeneracional. Para completarlo, esa misma noche nos reunimos para ver la final de la Champions y para saludar al recién llegado, Pablo.
El jueves teníamos ya apalabrada una “cena” en la que nos reuniríamos los españoles por la noche para desvariar un poquito más y arreglar el mundo. Pero además por la tarde nos invitaron a Rubén y a mí a un teatro curioso; resulta que los estudiantes de filología hispánica interpretaban en castellano “Bodas de sangre”, de Lorca. Todo era amateur, pero lo cierto es que lo hicieron bien, con mucho mérito, creo yo. Y los 2 músicos que ambientaban la obra con guitarra española y cajón lo clavaron. Para el anecdotario quedará una de las escenas en que la doncella le peina a la novia mientras le elogia lo sedoso y bonito de su cabello… ¡pero estaba cubierta con el velo! Je, je, lo que no puede ser, no puede ser. Y además es imposible, ja, ja!
El caso es que el fin de semana también me moví por Teherán. La temperatura subió bastante, pero se estaba muy bien a la sombra. El viernes fuimos al Jome Bazar (Jome “viernes”, bazar “mercado”), a comer al Club Armenio (un alivio para las mujeres, que pueden comer “descubiertas”) y visitamos el Palacio de Niavarán, otro de los recintos del Sha que es ahora museo y que está rodeado de grandes árboles, jardines y una cafetería muy agradable. El sábado fuimos los 3 becarios con la jefa al Gran Bazar a ver alfombras, curiosear y comprar algo. Tan caótico y auténtico como siempre, pudimos entrar en la mezquita situada en el centro, que es la más antigua de Teherán, y que es realmente bonita (la de la foto).
Y bueno, contando los días desde entonces porque me piro ya… vino una misión, les hicimos una presentación, nos pasamos por la feria de Agrofood, fui a echar otro partidillo, ayer tuvimos recepción… esta noche pasada, además, cambió el tiempo y descargó de lo lindo, lo que contribuye a limpiar el siempre viciado aire de la capital, que esta tarde vuelve a lucir despejado. En breve vuelo. Vuelo. Y vuelo. Muchas horas. Con una larga escala. Con los rusos. Rumbo a Isaland (que no Islandia ;)) en pos de mi niña y de unas ciudades que desconozco. Buff, que ganas!! Esta vez toca occidente, pero creo que un mundo muy diferente al que he conocido hasta ahora. Ya os lo iré contando, seguro que dará mucho de sí.
2 comentarios:
Tuso, el fúbol es fácil sólo para los que hemos nacido con calidad, no como tu que eras un tronco.
Es broma: no sé si recuerdas que el pase a la final de futbol 7 de la uni fue una jugada de un servidor por la banda acabada en un remate tuyo. Qué bonito es el fútbol y que injusto, con el Zaragoza en segunda jeje.
Grandes partidos los de la uni,g , g!! Ya entonces estaba predestinado a Irán, por el apodo de Ayatolá!!
A ver si La Real suple el despropósito maño...
Salu2 desde LA!!
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