MERÇI BAKÚ

Tocaba Baku en esta ocasión. La capital de Azerbaiyán, esa antigua república soviética de tamaño similar a Austria enclavada al norte de Irán y bañada por el Mar Caspio. Esta vez el viaje lo realizamos en grupo desde Teherán, los 3 becarios ICEX junto a 3 expatriados españoles, todos desconocedores del país al que íbamos. ¿Por qué Baku? ¿Qué gaitas hay ahí? ¿Acaso es turístico? Por qué no! Está a un paso y con vuelo directo y corto; hay libertad, nos habían dicho que bastante marcha, fue una de las repúblicas más importantes de la exURSS y las referencias eran buenas para relajar la mente por un fin de semana.

Así que volamos de madrugada con un avión de Maricastaña de hélice de Azerbaiyán Airlines y tras un lento proceso de visado a la llegada nos plantamos a las 7 a.m. en donde pensábamos que teníamos realizada una reserva a través de Internet. Ja! Menudo local aconsejan en la Lonely! Tras acceder a un cochambroso patio a través de un oscuro callejón que nos indicaron nos recibió dormido y semidesnudo el dueño del hostel. Resulta que no le constaba la reserva y que no tenía camas libres. “no es culpa mía, podéis dormir si queréis en el sofá de la salita”...Cri, cri... casi como que mejor nos buscamos algo por nuestra cuenta. Y por suerte, 1 hora después depositamos nuestros bultos en un hotelillo sencillo muy cuco ubicado dentro de la ciudadela y a medio camino de la zona de marcha y del paseo de la Marina.

No diría tanto como que Bakú es a día de hoy una ciudad realmente bonita, pero sí que tiene rincones muy bien puestos, un paseo marítimo muy agradable (lástima que el Caspio esté tan contaminado), una ciudadela muy bien rehabilitada, edificios bien conservados y muchos parques céntricos recién dispuestos o en fase de renovación. Se aprecia además que está floreciendo y que están invirtiendo (Ojo Madrid, ¡que también son candidatos a los JJOO de 2016!), con numerosos edificios en fase de construcción, tiendas modernas y locales y pubs chulos, ¡Para qué más! Era justo lo que andábamos buscando. Si añadimos la posibilidad de acudir a bares y pubs “normales”, de estilo europeo, poder tomar una pinta en una terraza, andar en pantalón corto, escuchar música en vivo,… pasamos una noche muy divertida, bebimos lo que quisimos, nos reímos como enanos y disfrutamos de la resaca posterior paseando por las calles de la época del Oil Boom que vivió esta ciudad a principios del S.XX.

En cuanto a la gente y el ambiente, me llamó la atención que en lugar del típico rostro ruso y la gente rubia, la “raza” es una mezcla entre iraní y del Este de Europa. Me recordaron a los rumanos, sólo que más morenos; algo hoscos de aspecto, pero por ejemplo en el hotel y los pocos con quienes intercambiamos palabra, amabilísimos. El nivel adquisitivo es mucho más bajo que en Europa, y se ve aún pobreza y mucha humildad en la gente, mezclada a su vez con un parque automovilístico bastante mejor que el de Irán, me imagino que salido de las importantes reservas energéticas del país en gas y petróleo. Ah, y nos parecieron muy feos y feas! je, je.

En suma, en 2-3 años van a tener una ciudad muy digna y moderna. ¡Un gallifante para los azeríes!

Fotos en el picasa (Enlace en "Mis Fotos").