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13 de mayo de 2008

Vuelo Iran-Siria

Sí, sé que ya narré el viaje por tierras sirias; pero ahora voy a relatar lo que tiene eso de viajar por estos lares aprovechando anécdotas de dichos vuelos. Porque si el trayecto Teherán-Damasco es netamente autóctono (era el único occidental), viajando con la compañía estatal, léase Iran Air, el paripé está servido.

Como es costumbre, me desplacé con tiempo al aeropuerto para proceder con los trámites aeroportuarios de rigor. Zigzag con el taxi de carreras (por su brusquedad, que no por el motor) por las calles iraníes, veloz paso por la autopista del sur, y llegada al aeropuerto tras hora y cuarto. Emisión del billete, sonrisa del currante ante la vista del pasaporte de servicios con que viajo, “obsequio” de su número de mvl para que le llamase para comentarme un asunto sobre el visado a España (qué desesperante es el asunto…) y cola para pasar por la ventanilla de visados. Ahí te topas con las costumbres locales. Me dirigí de primeras hacia la ventanilla para extranjeros. Ante la marabunta de gente, me dirigí al pasillo que indicaba diplomáticos (por aquello del pasaporte de servicios, esa ventaja tiene). Y ahí estaban ellas, unas 20 “cucarachas” (no despectivo, pero es lo que le viene a uno al verlas) haciendo cola. Que es un decir, porque la línea de separación la pisaba la 10ª que se apretujaba contra sus precedentes, aquí lo de la distancia vital como que no existe. Desistí preguntarles la embajada para la que trabajaban… decidí dirigirme a la fila reservada para la tripulación. El policía me puso pegas, en primera instancia me indicó que me colocase en mi fila tras las “diplomáticas” (no pareció inmutarse por mi cara de póker ante su propuesta) pero acabé pasando gracias a que intercedió por mí un piloto…en fin, ahí se quedaron las cucarachas discutiendo. Esperé ante la puerta de embarque a entrar el último, porque resulta incómodo mantener el sitio en la fila ante el acoso y las “colaciones” del personal. Parecen no entender que tenemos lugar asignado, pero es algo patológico. Podrán luego ir andando con parsimonia por el pasillo hasta el avión, pero para entregarle el billete al revisor no dudarán en atosigarte o colarse…

Ya en el avión, una vez me coloqué cerraron las compuertas rápidamente. No tenía auriculares, así que pretendía leer tranquilamente junto a mi compañera cucaracha… iluso… Para empezar, el vídeo de seguridad de rigor con el pregón coránico salmodiado por todo el personal. La compi, como otras muchas de alrededor, parecía que era la primera vez que volaba… o que salía de casa. Muchas llevaban el típico bolso de agencia de viajes en el que metieron la mitad de la comida que nos dieron en el avión, y ya antes de partir murmuraban oraciones toqueteando un collar que suelen llevar. El caso es que terminó el vídeo, el avión comenzó las maniobras de despegué y levantó el vuelo. El murmullo de rezos flotaba en el ambiente, pero resultaba hasta relajante hasta que a un tipo le dio por lanzar proclamas. Ni idea de lo que decía, pero me imagino que sería algo como “Viva Alá y la madre que lo parió!!”. Ello en plan grito de Viva los novios. A lo cual, como no, la mitad del avión le correspondía con “Ya te digo, es un tío cojonudo, si nos la pegamos te voy a dar un abrazo que se va a cagar la perra” en una respuesta al unísono en tono de letanía aprendida…

En fin, tras el 2º grito (y respuesta), y una vez que el avión se estabilizó, la cosa parecía calmarse. Sirvieron la comida. Kebab, ensalada, yogurt y pastelito, lo típico de Iran Air. No está mal, y como soy un tragaldabas, a gusto estaba comiéndome la comida cuando se arrancó el colega que tenía 2 asientos a mi izquierda. De repente se puso el tipo a soltar una perorata a pleno pulmón ante lo que nadie se inmutaba. Debía ser una poesía popular o algo así, intuí yo; pero lo cierto es que era esperpéntico ver circular a las azafatas con los carritos, la gente terminando su bandeja, y el tío barbudo y grande con la cabeza echada para atrás y recitando a capela su historieta durante 10 minutos. ¡Qué personaje! Acabó, retiraron la comida y la gente se dispersó. Sí, aquello parecía un autobús de final de curso, con la mitad del avión de rodillas en el asiento hablando con sus vecinos, la gente de pie en el pasillo riéndose, cucarachas haciéndose fotos… curioso. No duró mucho, por lo que únicamente gritaron 2 veces más el “vivan los novios místico” y aterrizó con suavidad. Eso a la ida, porque a la vuelta, con parecida secuencia de acontecimientos pero esta vez con un árabe nervioso con Pandora y velo como compañero, el avión dio un par de bandazos cuando nos acercábamos a la pista, y fue él quien 2 veces consecutivas lanzó los gritos con los ojos desorbitados. No pasó nada, claro. Unos segundos de histeria y muchos abrazos al llegar.

Hacedme caso, Iran is different ;)

7 de mayo de 2008

De eje a eje. SIRIA

Este puente de mayo me “escapé” de Teherán para conocer un nuevo país y desquitarme algo de morriña reencontrándome con mis progenitores (muchas gracias por venir, papis!! Lo he pasado genial).


Quizá a más de uno el nombre del país le evoque Bin Ladenes, extremismo islámico, desierto, mezquitas, pobreza, petróleo… sin embargo, ahora que he vuelto las imágenes que se me cruzan son ruinas romanas, zocos bulliciosos, palmeras, naranjos, castillos de los Cruzados, un teatro romano alucinante, también mezquitas, callejuelas estrechas, patios cubiertos con fuentes manando agua… a modo resumen de agencia de viajes, relato nuestras visitas (quien quiera y tenga tiempo, reportaje fotográfico en mi picasa del link “mis fotos”):

Damasco
La capi. A donde volamos y de donde regresamos; donde dormimos 4 de las 5 noches. Al igual que Teherán, se extiende sobre una llanura al pie de una montaña sobre la que se encaraman multitud de casas. Y ya, porque en lo demás es mucho más “humana” que la capital iraní. Está bastante limpia, es abarcable, tiene un zoco bastante grande, una mezquita muy bonita, y una parte vieja con mucho encanto, barrio cristiano y judíos incluidos. Hay ambiente por la noche, restaurantes en los que se cena con cerveza, calles peatonales con escaparates coloridos, se ven mujeres sin velo, patios… viniendo de Teherán, se agradece de veras.

Palmira
Ubicada en un oasis en mitad del desierto, hacia el S.III debió ser una gran ciudad del imperio romano y paso obligado de las caravanas de la ruta de la seda. Una sorpresa lo bonito de las ruinas enclavadas en un entorno con encanto.


Maloula, Krak, Hama, San Simeón
De camino a Aleppo visitamos todo ello. El primero es un pueblo que tiene a honra ser el último bastión en que se habla arameo; es un pueblo pintoresco emplazado en unas colinas, no mucho más. El Krak de los Caballeros fue un importante castillo de los Cruzados en las batallas religiosas que se libraron al final del primer milenio; bien conservada su estructura, está algo hueco por dentro…; nos encontramos de nuevo con el grupo "Ankarano", con quien nos retratamos y de quienes nos despedimos. Hama es una ciudad a medio camino entre las dos urbes principales, y aunque pasamos rápido parece agradable, con un bonito paseo y parque junto al río, que tiene como atractivo turístico vetustas ruedas de molino. La basílica de San Simeón, más allá de la historia absurda sobre un santo que publicita, nos gustó especialmente; quizá fuera por la luz del atardecer o por la sorpresa de encontrarnos con las ruinas bastante completas, pero el lugar en lo alto de una colina tiene su encanto.

Aleppo
La ciudad más bonita de Siria en mi opinión. Muy limpia, y muy auténtica. El zoco es muy grande, laberíntico, bien cuidado y “muy árabe”, con mezquitas, caravasares y casas antiguas intercalados en el mismo. La ciudadela que domina la ciudad desde un alto está también bien conservada y el barrio cristiano mola mucho, con callejuelas retorcidas, balconadas e iglesias pintorescas. Ese barrio me recordó a Estella, jaté.

Bosra
El último día fuimos al sur, muy cerca de la frontera con Jordania. Bosra también fue en su día una ciudad romana próspera, y su atractivo principal es el considerado teatro romano en mejor estado actual. Y ciertamente, es acojonante. Perdón por la expresión, pero es la primera palabra que me vino a la cabeza. Con capacidad para 10.000 personas, viene a ser unas Ventas partidas por la mitad, con un escenario imponente. Además construyeron una muralla sobre la fachada del mismo, con lo que la estructura completa es muy bonita. Aunque suene a tópico, es fácil transportarse en el tiempo e imaginar aquella época. Una agradable sorpresa.


El país y su gente
Es bien sabido que Siria no cuenta con el beneplácito de Occidente y que está en “la lista negra”. Para entenderlo hay que repasar, brevemente, su historia reciente.

Siria formó parte del imperio otomano hasta el fin del mismo tras la primera GM. Entonces, con mejores o peores artes, Francia se la apropió hasta después de la IIGM. A toro pasado, por lo menos, hay que reconocerles a los gabachos que son unos grandes arqueólogos y que realizaron importantes hallazgos. El caso es que a mediados de siglo se independizó, le pusieron al lado a Israel y hasta mediados de los 60 sus gobiernos no se estabilizaron. En 1967 Israel se siente amenazado por todos los vecinos que apoyan la causa palestina, y decide en 6 días darles para el pelo a Egipto, Palestina y Siria (enlace Wikipedia). Quien ahora nos atañe pierde los estratégicos Altos del Golán y parte de su dignidad. 7 años más tarde se produce “la” del Yom Kippur, pero apenas recupera parte del territorio perdido. Desde entonces se la tiene jurada a Israel, con lo que enemigo de mis amigos… en la I Guerra del Golfo colaboró con los aliados y ahora parecen haber acercamientos con Turquía, pero el tema israelí le toca la fibra al personal, con lo cual se habla con Irán, por ejemplo, y de manera simplista se le etiqueta de “eje del mal”…

Será que viniendo de Irán la cosa cambia, pero mi percepción fue de un país árabe en el que se respira por sus cuatro costados dicha condición y cultura, pero en la que hay completa permisividad para vestir como se quiera, y para llevar la vida que a uno le plazca. Tiendas de todo tipo, restaurantes de diversa gastronomía, cines, música en la calle,… y dependiendo de por dónde andabas más o menos mujeres con pañuelo. Creo que son mayoría las que lo llevan, y aún hay muchas “cucarachas”, pero era todo más natural que en Irán. Allí quien lo lleva es porque quiere y lo demuestran portándolo ceñido (muchos son blancos, por cierto), pero otras muchas no, y pueden también vestir con manga corta sin llamar la atención ni ser culpadas por ello. Árabe, sí, pero con libertad por lo menos en ese aspecto. De seguridad, total y absoluta; de hecho es considerada una de las ciudades más seguras del mundo para el turista. La gente es muy amable y cortés. De parecerse a algún país, diría que me recordó a Turquía.

Próxima parada, ex república soviétiva.

“Más vale una vez colorado, que ciento amarillo”

Sabio proverbio ;-)