5 de febrero de 2008

BOMBAY (I): Iron Maiden en concierto

Sí, no era la primera vez q los veía. Pero verlos en el primer concierto de su gira “Somewhere in time”, recopilatorio de su mejor etapa, no tiene precio. Además en India! Y estando en Irán privado de concierto por un año! Buff, no lo pensé mucho. Sí, amigos, para q luego me llaméis planificador, esta vez me tiré a la piscina, g, g... y x poco me ahogo, porque de no ser por el pasaporte azul no hubiese obtenido el imprescindible visado en sólo 3 días... pero fui.

El viaje transcurrió muy bien, con Emirates, peazo aerolínea, y llegué a primera hora a Mumbai vía Dubai. Sí, he dicho bien, Mumbai. Porque esta ciudad ha cambiado de nombre y ya no se llama Bombay. En indio es Mumbai, y se ofenden si les dices lo contrario, se ve q la época postcolonial ha conllevado cierto distanciamiento de todo lo anglosajón, y a las escasas nociones de inglés de la población se le une las apelaciones en idioma autóctono (en uno de los muchos dialectos/idiomas) de las poblaciones.

Fue llegar hacia las 8:30 hora local, salir del aeropuerto y sentir la bofetada del cambio. De los 0º teheraníes a los 25º de Mumbai. De la nieve del portal a las palmeras del aeropuerto. Así salí, con una pinta de guiri del 15, con jersey, mochila, planos impresos en papel y tratando de explicarme con los locales para desplazarme a la estación del cercanías más cercano q me llevase al centro. Finalmente cogí un “tok-tok” o mototaxi que recorre intrépido las atestadas carreteras de los barrios indios, y llegué a la estación, en donde cogí el cercanías en cuestión, I clase. No es q me haya vuelto sibarita, pero ya sabía q el barato (15 céntimos por 50 min d trayecto) sería excesivamente “humilde”. No me equivocaba. Para haceros una idea, adjunto foto de mi 1ª clase, 10 veces más cara. En cualquier caso, fue un agradable trayecto, introductorio de lo que me aguardaba en Mumbai, puesto que cruza todos los arrabales de la ciudad, llegando hasta el mismo corazón (si veis un mapa de la ciudad, es una península alargada).

Al llegar me dispuse a pasear por el centro sin rumbo determinado, observar, curiosear y tal. Comí un plátano, tomé un zumo de caña de azucar, compré un periódico... pero saltaba a la vista q era más guiri q Bon Jovi en Calatayud. Hasta q un chaval muy majo se acercó a mí “Eres extranjero, no? De dónde? Qué haces en Bombay? No querrías venir a ver un templo indio en donde se quema a los muertos? Casualmente hoy es un día especial en que se puede visitar. En serio, ven conmigo y podrás ver algo que el resto del año está cerrado” Los colegas indios llegarían por la noche, faltaban 2 horas para entrar al hotel reservado y... bueno, el caso es q fui. Me lo enseñaron bien, la verdad. El “templo” venía a ser un crematorio d los suyos, q consta de varias dependencias: el altar a lo indio, con imágenes de varios dioses; una escultura para las ofrendas; varias pilas en donde se colocan los cadáveres (madera, cuerpo, madera) y se queman; el almacén de la madera (de plátano/pobres, mango/medios, sándalo/ricos); el almacén de las cenizas; y finalmente el árbol sagrado último... en donde me hicieron el lío: “pon tu nombre, plis. Pon también tu país. Ah, ves, como estos otros que han pasado antes por aquí (me muestra como 20 nombres con una cifra debajo de 5000 – 6000 rupias). Tu pondrás algo, ¿no? Para comprar madera para los pobres, no para nosotros, claro. Sí, por lo menos 5.000 (90€). ¿500 sólo? No, no, mira bien en tus bolsillos, tienes que poner más, que es para los dioses y te hemos bendecido...” En fin, tras un tenso momento al final puse 2.500 rupias (según me han dicho con eso puedo quemar a medio Bombay), y de camino d vuelta en taxi el chaval me sacó de manera un tanto incómoda 500 rupias más. Así q me fui con orejitas de asno para el hotel...

Pero vaya, 50€ no es nada, teniendo en cnta q en el resto del finde me dejé 100€, incluido el hotel, las comidas, las noches, el transporte y la entrada del concierto...que, x cierto, fue un gustazo. La Dama de Hierro está fresca como una lechuga. Conciertazo (uno más) dándolo todo, deleitando con sus mejores temas y sin escatimar esfuerzos. El repertorio es impresionante. Y sin embargo los indios, q yo creo q no entendían ni papa, bastante paradetes. Con decir que cuando me emocionaba, gritaba y hacía el mono (ya no diré más el indio) me miraban asombrados, y q en los distintos momentos estelares del show en lugar de batir palmas o corear los 10.000 indios sacaban el móvil xa grabar el momento... pero bien, un gustazo, un placer, reconstituyente, formidable. Buff!! Lo necesitaba. Como clama un estribillo de uno de sus singles:
So understand
Dont waste your time always
Searching for those wasted years
Face up... make your stand
And realise youre living in the golden years

Después del concierto, entonces sí, regresé al centro para reunirme al grupeto indio venido de Delhi. Gonzalo, Aupi, Nacho, Quique y Marta. Lo pasamos en grande. De eso, y de mis impresiones de Mumbai, hablaremos mañana.

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“Más vale una vez colorado, que ciento amarillo”

Sabio proverbio ;-)