11 de junio de 2009

UN PAÍS BIPOLARIZADO

Me mantengo desde España expectante ante los acontecimientos que rodean las elecciones presidenciales de Irán. Los diarios, los expatriados, los iraníes consultados, los trabajadores “temporales” en el país… todos hablan de una situación que si bien podía preverse, es diametralmente opuesta a la que yo tuve ocasión de vivir el año pasado.

Teherán está viviendo la que ellos mismos califican de elecciones más “vibrantes” del régimen instaurado hace 30 años, con hordas de gente bloqueando las principales avenidas, debates televisivos con reproches y acusaciones mutuas, y algarabía pública con música. El ambiente es el de los grandes acontecimientos históricos.

Ahmad-i Neyad – Mousavi
Mousavi es el candidato “moderado” dentro del sistema “democrático” vigente en la República Islámica (concursan a las elecciones quienes pasan la criba del Consejo de Sabios del Corán). El exministro de Jomeini, tiene por seguidores a la mayoría de los jóvenes y de las mujeres, quienes aprovechando la orden de no intervención de la policía (salvo en casos de desórdenes graves), todas las tardes se echan a la calle ataviados con prendas verdes que simbolizan al candidato, lanzan proclamas contra el actual presidente al grito de "fascista" y "dictador" y desafían las normas sociales impuestas reuniéndose chicos y chicas, haciendo sonar música festiva a todo volumen e incluso quitándose ellas el pañuelo en público. Según testimonios de varios allí residentes, es un momento “de fiesta” que desde luego yo no tuve ocasión de vivir; pero que los iraníes viven esperanzados en un cambio que ven más cerca con la progresiva adhesión de gente en las manifestaciones populares y con el ánimo de mucha gente que tras el “oscurantismo” de los últimos 4 años se decide a votar por primera vez en su vida.

Por otro lado, Ahmadineyad es el actual presidente y otro candidato, el barbas pequeñito de ojos profundos. El de las manifestaciones negando el holocausto, desafiando a occidente, proclamando la soberanía de Irán; el “radical”. Cuenta con el apoyo mayoritario de las clases más humildes, que viven merced a los subsidios del gobierno, y de la clase más conservadora y religiosa, a la que su postura retadora frente a EEUU y la UE le insufla orgullo patriota. Lo cierto es que el paro estimado del 25% y la inflación del 20% no permiten sostener el mismo poder adquisitivo con unas subidas en las asignaciones del 8%. En este caso, además, las cuentas del Estado no sólo no han podido “salvarse” por el mayor ingreso por petróleo, sino que se han hundido. Pero en las pasiones a veces intervienen poco los argumentos.

Influencia regional
Mi opinión es que de la elección de uno u otro dependerá en gran medida el futuro del país, tanto en lo social a nivel interno como en su peso regional. Nadie debe esperar cambios bruscos en un país con la idiosincrasia negociadora de Irán ni en sus deseos de mayor peso regional, así como tampoco puede esperarse un cambio radical en la actitud de los EEUU; pero el gobierno de Obama ha dado significativos pasos diplomáticos para apostar por la implicación de Irán en un cese dialogado de la tensión en la zona, y si no son correspondidos es posible que se quede definitivamente apestado por las grandes potencias.

Mousavi o Ahmadineyad. Según pronostican, habrá una segunda vuelta que se resolvería con la votación definitiva el viernes 19. Y en ese caso, cobra especial importancia las consideraciones que realice el todopoderoso Ayatolá Jamanei, cuyo apoyo a uno u otro candidato se antoja decisivo. Lo iremos viendo.

No hay comentarios:

“Más vale una vez colorado, que ciento amarillo”

Sabio proverbio ;-)